viernes, 9 de octubre de 2009

ERGO, LUEGO NO EXISTO.

Forzosas las aseveraciones que se encontraban en el ambiente, indicándome lo que alguna vez hubo. Estábamos solos tú y yo, no lo se.

Las mamás me contemplaban, pensando que no era la influencia correcta que querían para sus hijos, por supuesto, la tuya también se incluía.

Mamá y papá insistían con mi falta de disciplina, y vos sólo sonreías, como haciéndome un guiño. No se, si me indicabas con la mirada que me querías, o simplemente te reías de mi persona, o tal vez de mis peripecias involuntarias.

Hoy nada tiene sentido, ni siquiera yo mismo. Hace tiempo que dejé de reflejarme en los espejos; hace tiempo que te anhelo y no te encuentro; hace tiempo que te olvidé y después volví a recordar.

Sigo sin encontrar mi reflejo extraviado. De lo único que estoy seguro es de mi amor por tu incoherencia. Después de “ti” todo tuvo un sentido (redundar), considerando al sentido todo, como la nada más transparente y extensa.

De amar pasé a no poder huir de tu ausencia. Ni las heridas de la guerra me marcaron tanto. Sólo tú podías acabar conmigo, porque ya sabes que el mundo no lo hubiera conseguido. Sólo tú.

El tiempo no trancurría cuando pasábamos esas tardes encapotadas, bajo los eucaliptos, mientras los vencejos cantaban. Todo mi ser te lo entregué, postrado, en forma de genuflexión. Todo lo encontrado en mí era tuyo, por eso se que no debo hallar, para qué, se perdió, con el levante que tan fuertemente agitaba nuestros cuerpos.

Te observé aquella vez levitar, no me sorprendí, porque eras capaz de todo. Luego me dijiste que no podías quedarte mucho tiempo, que tendrías que marchar, pues este no era tu mundo, ni tampoco habías nacido para estar a mi lado.

Tenías una misión, la cumpliste y te fuiste. No hacía falta que de me dieras más explicaciones. Nunca debí plantearme el tener a una inmortal entre en mis brazos. Es algo que está más allá de mis limitaciones.

Sólo te pedí que me dejaras tan solo una vez más contemplarte, acariciarte y besarte. Segundos más tardes no me quise despedir de ti y te lancé un “hasta luego”, tú me contestaste “hasta nunca”.

Me mirabas mientras te alejabas, estaba convencido de que sentías algo por mí, pues tus ojos te delataban y hasta se entrevió una lágrima de forma cristalina.

Forzosas y aplastantes las aseveraciones que me indicaban las necedades mías, por tratar de aminorar el ardor de la luz. Rayo hiriente e intensificado por la desértica soledad de nuestro adiós.

Simultáneamente partimos, al compás de un sonido blanco que anunciaba la nada.

miércoles, 7 de octubre de 2009

CONSPIRACIÓN, TRAICIÓN, OMISIÓN.


Corría el año 1963, año que vio nacer a ilustres como el director de cine Steven Soderbergh, el jugador de basket Michael Jordan, el jugador de ajedrez Garry Kasparov, o los actores de cine Johnny Depp y Brad Pitt, entre otros. También en ese mismo periodo de tiempo fallecieron, el Papa Juan XXIII, el poeta Luis Cernuda, el polifacético Jean Cocteau y un extenso etcétera.
Pero sin duda, lo más relevante, fue el asesinato de John F. Kennedy.

Lo único certero de este acto atroz que tuvo lugar en Dallas, Texas, el 24 de Noviembre, es que se trató de un homicidio doloso, premeditado y colectivo.
Surgieron muchas opiniones y suposiciones sobre el caso, que he leído. En su día, me negué aceptar la certificación, evaluación y conclusión de la comisión Warren, llevada a cabo por Earl Warren y seis miembros más, entre los que destacaban Gerald Ford (presidente posterior a Nixon), y Allen Dulles, el primer director de la CIA.

Dicha comisión afirmó que Lee Harvey Oswald había sido el único asesino del presidente Kennedy, cuyo atentado lo llevo acabo desde el sexto piso del Texas School Book Depository, donde Oswald trabajaba. Minutos después del suceso encontraron al supuesto francotirador en la cafetería por un policía y reconocido por su jefe. Lee no se alarmó se compró un refresco y salió por la puerta principal, pues ya se olía la encerrona. El fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, sostuvo que era casi imposible que Oswald limpiara el revolver y bajara tantos pisos y encima encontrarse en la cafetería sin jadear. Acto seguido recorrer tantos kilómetros corriendo hasta su casa y matar en el trayecto a un policía. Pero donde más hincapié se hizo fue en las heridas de balas ocasionadas en JFK y en el senador Connally, lo cual le llevó a pensar que la teoría del asesino único era impensable y más aún el absurdo teórico de la bala mágica. Según la comisión Warren Lee realizó tres disparos con un revolver semiautomático en menos de seis segundos. El primer disparo fue erróneo, ocasionando una herida en el rostro de un presente que se encontraba en el doble puente. El segundo hirió al presidente en la garganta. El último supuesto disparo le impactó en la cabeza, ocasionando la muerte de Kennedy. Los espectadores hablaron de uno o más disparos, y que encima provenían del parque de la calle Elm y no del TSBD. En el vallado del parque los policías de la zona se toparon con varias personas identificadas del servicio de inteligencia y con unos vagabundos no aparentes y con pinta sospechosa rondando la vía del tren. Luego el fiscal descubrió que dichos vagabundos pertenecían a la mafia. Al igual de mafioso era el asesino de Oswald, Jack Rubi, que mató al supuesto asesino del presidente el mismo 24 de Noviembre, mientras le trasladaban a la cárcel del condado.

Jim Garrison abrió el caso de nuevo tres años atrás. Le pareció muy extraño la poca vigilancia y negligencia que rodeaba a la comisión del presidente durante ese trayecto. Luego intentó demostrar que Oswald trabajó para CIA destinado en la Unión Soviética, dando información a los comunistas. A Lee Harvey lo tacharon de traidor, de leninista, marxista y castrista. Pero lo que al fiscal le irritó fue por qué Oswald pudo volver a EEUU sin problemas y traerse a su mujer soviética con él, cuando a otros los hubieran condenado a cárcel sólo por ser de izquierdas. Garrison señaló a las altas esferas, sostuvo que hubo un complot para asesinar a Kennedy, donde incluyó a la CIA, FBI, al ejército, y a posteriori al mismísimo presidente sucesor Lyndon B. Johnson. La razón que fundamentó fue evitar la política de desmilitarización, progresiva disminución de tropas en la guerra de Vietnam (todo ellos suponía la pérdida de una gran fuente de ingresos para empresas asociadas al ejército), y, en definitiva, la pérdida de poder de los servicios secretos y el ejército, que durante la época de Eisenhower habían sido los verdaderos definidores de la política nacional. Después de la muerte de John Fitzgerald Kennedy, llegaron las muertes del pastor de la iglesia bautista Martin Luther King, y del senador de Nueva York Robert Francis “Bobby” Kennedy. Cuyas muertes, Garrison relacionó con los mismos conspiradores del asesinato de JFK.

El fiscal de Nueva Orleans consiguió llevar a juicio a unos de los supuestos implicados en el caso, Clay Shaw, cuyo alias era Clay Bertrand. Aunque éste fue absuelto, año más tardes se descubrió que Shaw sí había trabajado para la CIA.


Las teorías más razonables del caso llevan a la inocencia de Lee Harvey Oswald. En el sexto piso se encontró su fusil sin huellas. Días más tardes, después de haberla examinado al completo se encontró una huella de Oswald, que se encontraba en la comisaría, en el depósito de cadáveres. La CIA intentó crear a un traidor marine comunista, para que el pueblo quisiera la invasión de Cuba, ya que intentaron relacionar a Oswald con Castro. Garrison afirmó que lo engatusaron y como Lee Harvey dijo en su rueda de prensa en la comisaría, él sólo era un cabeza de turco.

El caso es muy amplio, os recomiendo que os leáis si os interesa el tema la comisión Warren, así como después todas las suposiciones y teorías que el fiscal Jim Garrison y su equipo sonsacaron, aunque siempre había alguien que les echaba por tierra toda clase de probaturas sólidas. Si no os apetece leer podéis visionar el largometraje que salió hace años de la mano de Oliver Stone, JFK: Caso abierto. Es tremendamente buena, la mejor de Stone.

Todo el rollo de hoy viene y mucho al caso. Las conspiraciones, influencias, falsas acusaciones siempre están presentes. No os conforméis con un absurdo y estúpido caso Warren en vuestra vida, investigar según vuestras creencias únicas, pensar por vosotros mismos, no acuséis sin pruebas demostrables, y menos aún si alguien te contó o te dijo un rumor. Pensad que todo se sabrá a su debido tiempo y que las falacias se acaban cogiendo. No os dejéis influenciar y tampoco seáis los que influenciéis, ya visteis lo que pasa en GH con estos dos tipos de personas. Esto es sólo un mero ejemplo que os pongo, y a la vez os regalo un consejo para evitaros los malos tragos. De nuevo pensad que siempre habrá alguien que os coja, que sea más hábil que vosotros y os pongan en evidencia. No empecéis algo y/o nada que no podáis acabar.

Saludos.

Asesinato de John Fitzferald Kennedy

http://www.youtube.com/watch?v=i5cCzDbtVnM&feature=fvw

Asesinato de Lee Hervey Oswald por Jack Rubi.

http://www.youtube.com/watch?v=0xU7Lhd7Wwo

Asesinato De Robert F. Kennedy

http://www.youtube.com/watch?v=lmc2EzkRDkI&feature=related

Martin Luther King: I have a dream.

http://www.youtube.com/watch?v=4mCtau5yaAs