lunes, 11 de octubre de 2010

¿Qué es la música?

Si en una tarde como la de ahora, después de haber sufrido una “wiskera” importante, en donde me pongo a repasar mi hilo musical, uno se va dando cuenta de los procesos que va sufriendo su ego durante las diferentes transiciones. Claro está que, algunos nos quedamos anclados en el pasado.

Y empieza la primera a tronar en mis casquillos, se escucha una eléctrica con el mismo son, mientras le acompañan un bajo y una batería con la misma base, acompasados de tal manera que todo parece estar sincronizado a la perfección, como si de un reloj antiguo de manecillas te estuviera avisando e instruyendo en cada momento. Una voz peculiar recita algo que te atrapa de repente, sin darte mucha opción a analizar lo que se esta diciendo, porque en seguida te pones a repetir lo mismo que vociferan esos señores del fondo. La guitarra no da cuartel, ahora el ritmo es bastante más frenético, tus ojos se cierran, y la chola comienza a agitarse de tal manera que, durante cuatro minutos y catorce segundos emulas al puto Kurt Cobain en pleno éxtasis durante uno de sus agónicos conciertos, aunque en este momento no escuche Nirvana.
La cosa ya va acabando, y lo sabes de sobra, nada ni nadie ha de avisarte del preciso instante en el que debes dejar de volver en negro. Aunque como se repite una vez tras otra: “Cause I’m back. Yes, I’m back.”

Quemo un trozo de corcho que encuentro a mi paso, seguramente se habrá extraviado de alguna botella de vino que engalanó la cena de anoche. Acto seguido se pinta en la pared que está a mi lado una inscripción en negro, y la batería invade mis oídos de forma soberbia. El letrero dice "A la piedra movediza nunca moho la cobija" En honor a esos trotamundos sin rumbo fijo, sin responsabilidad alguna por más que quieran acomodársela. La canción que encumbro a esos vagabundos de la vida es capaz de desatar a cualquier amante puro del viejo country tejano.
A lo mejor me voy de marras y pongo otra de estos magos, por cierto ¿cómo está Angie?

En su lujo ascender a los altares endiosados, cuando alguien pregunta de manera celestial a una chica si ha soñado alguna vez con él… Contando diez soldados de hojalata en línea. Y, si viene un tiempo. En que armas y puertas no te retendrán. Y si eres libre para elegir. Sólo hecha un vistazo al oeste y encuentra un amigo.

Con lo que sobra de la improvisada pintura, dibujo en mi rostro un significativo bigote. La casa esta bastante desordenada, hay que ponerse a recoger todo de manera inminente, por eso me preparo, la música sube de volumen. Pero... ¿esto qué es? Una aspiradora, y como un cazafantasmas empiezo la labor de manera rítmica, tal y como la aprendi de ese ser talentoso que me acompaña cada vez que voy en el coche… E insisto de nuevo, ¡quiero ser libre!

En un hotel que recuerdo con cariño pasaron cosas extraordinarias. Tranquilos, no tiene nada que ver con el sitio en donde Jack Nicholson perdió por completo el sentido de la razón. Me lo encontré por el camino del desierto, cuando el viento despeinaba cualquier cabellera. Os hablo de un sitio bello, de un bucle donde lo maravilloso ocurre sin cesar. Espejos en el techo, el champagne rosado en hielo… Y ella dijo, aquí somos todos prisioneros de nuestra propia invención. De donde nunca jamás podrás marcharte.

Me gustaría viajar a Japón, y que una melodía nada parsimoniosa de piano aclamara mi llegada. Soñemos con la mañana Osaka, y amémonos mientras esperamos que salga el sol en Oriente, algún día lo sabrás. A veces aun lo correcto está mal.

Bailemos un rato. Espero seguir siéntome joven cuando alcance una edad bastante avanzada, cuando la cabeza me cubra entera de canas. ¿Vas a soltar la bomba o no? Que la vida no se agote, que recobra siempre algún porqué. Que no pase nunca de moda. No me permitas nunca decir “nunca” ¿Realmente quieres vivir por siempre?

Mientras explotamos con el boom, creamos una nueva tendencia, una forma de vida distinta, una pasión exacerbada por esa revolution inglesa. Bueno agítate nena (agítate nena) Baila el twist y grita… Mientras salimos a la terraza a dar un poquillo de movimiento a las calles transitadas, llenas de monotonía. Mientras dimos con un nuevo batería guapo, el cual apreciábamos muchísimo. Mientras, bastante después, a otro se le iba la pinza, y creó algo nuevo por lo que imaginar, o alguna rallada que otra influidas por un ser que marcó otro rumbo, como la Revolución 9, totalmente irracional…, u otra en la que soñaba con el número nueve (AH! B´WAKAWA POUSS?, POUSS?) Después tuvo coincidencias reales con ese número que dan bastante pavor.
Mientras estuvimos en lo más alto del ranking, donde nada ni nadie podía hacernos ni el mayor atisbo de sombra. Mientras le cantábamos al ayer, al amor, al dejar ser, a algo simplemente, a un día en la vida, a una tal Jude, a querer tomar tu mano, a campos de fresas, a sumergirnos en mi vida, a juntarnos, a ver como mi guitarra llora, a decir “hola, adiós.”

Después de tantos malditos genios consagrados, nunca viene mal otorgar una oportunidad a unos engatusadores que van marchando por el camino correcto, a mí entender. Desperté de aquel sueño por morir ahogado en el Támesis. Tomas las piezas de los sueños que tienes, porque no te gusta la forma en la que parecen ir. Los cortas y los desparramas en el suelo. Estás lleno de esperanzas mientras empiezas a rearmar. Los pones juntos de vuelta. Pero de cualquier forma que veas las cosas e intentes. Los amantes se están perdiendo… Soñé que no tenía nada en absoluto.

Siempre tenemos esa debilidad con la que, sin pensarlo dos veces, nos arrodillamos sin mas, callamos y nos dejamos llevar simplemente. Con cada una de sus letras, con cada uno de los acordes que la banda de la calle, que le acompaña, nos otorga. Cuando nos transporta a las calles de Filadelfia para guiar a un abogado en un juicio imposible. Cuando una balada suena en un jardín secreto, con la belleza incomparable que imaginamos cuando observamos a nuestra prometida. "Show me the money" Cuando el fin llama a la puerta de un ente del pasado; cuando estás apunto de caer en el fracaso; cuando vuelves sólo a por un atisbo de la gloria de ayer; cuando le preguntas a alguien si ha visto a un hombre que tal vez sea él. Cuando nazco donde las Águilas de cabeza blanca. Cuando somos hechos para correr. Cuando bailamos en la noche. Cuando suspiramos por los gloriosos días. Cuando tenemos los ojos tristes. Cuando esperamos en un día soleado. Cuando escuchamos una radio de ninguna parte. Cuando bramamos en los páramos de la locura…

El rey del swing, o ¿era el sultán? En el minuto cinco de ésta, con una forma de tocar la guitarra sin púa de forma espectacular, como si estuviese dando una clase de la misma cada vez que se subiera a los escenarios. Recuerdo con una sonrisa el concierto por Montserrat, a fin de recaudar fondos para ayudar a la isla caribeña de Montserrat, afectada por las erupciones del volcán Soufriere. Recuerdo el elenco que entonó “Money For Nothing” y tú liderando aquella mágica estampa, la cual será recordada hasta el día que me la lleve a la tumba. Caminaré por la vida, y recitare los poemas de Shakespeare sobre Romeo y Julieta.

En un concierto ansiado que nunca llegó, al menos para este cura. Con unos 360º fuera de toda cordura. Yo todavía no he encontrado lo que estoy buscando. Quizás solamente sea uno. Y a lo mejor me entra el vértigo, mientras voy contando hasta catorce. Sólo espero seguir existiendo algún día con o sin ti.

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