jueves, 12 de marzo de 2009

GRACIAS WALT KOWALSKY,MALDITO POLACO.

Puede ser que este texto, que hoy os dedico, no os resulte en este momento muy útil, por su tardanza, pero de una forma u otra, este escritor simplón se sentirá tranquilo consigo mismo al hacerlo.

Curioso debate el que mis opiniones me hacen pasar y me llevan por la más profunda de las contradicciones. No sé si basarme en la lógica, en los sentimientos, en la objetividad o subjetividad, en el guión. En fin supongo que habrá que hacer un compendio con el todo y valorar cual es el mejor largometraje de Eastwood. ¿Será Million?, O será ¿Mistyc? , ¿tal vez Unforgiven?, pues en mi opinión Gran Torino está entre las favoritas para desbancar a las anteriormente nombradas, lo cual no hace falta decir que para mi gusto supera al resto de Films no nombrados.

Momento mágico el ver a Clint por última vez en las grandes pantallas, tengo esa sensación de nostalgia y de tristeza por ello, por no volver a ver más a este actor sencillo, tan inexpresivo que a su vez nos trasmite un cúmulo de sensaciones, puede que sea tanto lo que nos transmite que no sé como explicarlo y no dejo de salir de mi asombro.

Quizás por ello ha querido despedirse de esta inmejorable forma. Quizás por ello ha querido hacer un film donde él se luce durante todas las escenas sin desechar ninguna. A mi parecer es una película tan personal, con tantos sentimientos de por medio, que ni su director puede relatarnos de otra forma que no sea a través del largo.

Volvemos a ver una transformación en el propio Eastwood, como en Million Dollar Baby, claro está que en Torino es una evolución muchísimo más radical. Sí junto a Hilary Swank lo veíamos como rechazaba entrenar a una mujer, acto seguido su corazón era robado por esa chiquilla, que le hacía sentir de nuevo padre y protector. Sin embargo en el reciente film, vemos como pasa de la intolerancia máxima, a plantearse que unos desconocidos de distinta raza tienen más cosas en común con el protagonista, que este mismo con su propia familia.

Lo que esperaba de la película, cuyo contenido ya nombré en un texto anterior, ha sido totalmente satisfactoria, así que en su análisis, intentaré ser lo más breve posible.
Simplemente este es un cine del que ya no queda, un cine tan directo, que tiene claras las metas, que no intenta darle a nadie ninguna clase de moralina, lección o enseñanza. Simplemente este cine nos muestra su realidad y nos deja reflexionar y meditar. Es un cine tan puro y real, que brilla por su ausencia en las pantallas. Es antología y nostalgia de todos aquellos western que este director y actor en este caso nos regaló, por su música, sus planos, su sed de venganza, su habilidad al sacarse un revólver inexistente o un mechero y el odio sombrío reflejado en un rostro inimitable.

Este hecho puede que haga reflexionar a los señores de la academia en un futuro y mediten hasta la saciedad el por qué narices hemos dejado fuera a esta obra maestra, yo no tengo ese por qué y dudo que ellos tampoco.

Lo único que me desagradó y provocó mi indignación, fue el lamentable doblaje que le pusieron a los “amarillos” y a los “morenos”, como Clint los nombra. Culpa exclusiva de los encargados, señores de este nuestro querido País, que se han vuelto a cargar una buenísima película. Unas veces por el doblaje y otras por ponerles títulos absurdos en castellano, como por ejemplo Pozos de ambición a There will be blood, ¿tan difícil era dejarla como está?, en vez de nombrarla con un título más propio de una teleserie colombiana, al de una muy buena película. Por ello recomiendo a que vean Gran Torino en versión original antes de verla en castellano, pero en cualquier caso no dejen NUNCA de visionarla.

Con esto ya me despido de vosotros y finalizo este texto, quizás tan esperado para mí como el ver este largometraje. Ahora que estoy escuchando la melodía de la banda sonora y la canción que él mismo canta, tengo esa sensación de querer no haberla visionado, para ir al cine de nuevo y volver a sorprenderme, para vagar por las sombras a las que Clint Eastwood nos tiene acostumbrados.

Gracias de corazón por cubrir mis expectativas, mis huecos e iluminar mis sombras.

UN SALUDO.

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